Herida
Fuiste cruel, verdugo,
solo decidiste,
por mi, por ti,
por los dos.
Y te arrancaste
de mi vida, sin piedad,
te arrancaste sin dolor.
Dejando una cicatriz
sangrante, palpitante,
adolorida, que me recuerda
cada instante, que exististe,
aun existes.
Fuiste real, y el dolor,
es agudo, lo soporto,
porque es una prueba de ti.