Las palabras…,
queman mi garganta,
queman mi recuerdos,
queman mis manos.
Somos amos
de lo que hablamos,
esclavos
de lo que callamos.
Amo lo que recuerdo,
amo lo que pienso,
amo lo que callo.
Asesino lo que recuerdo,
lo que pienso,
y al final,
me quedo solo…
solo con lo que callo.