El sótano de mi alma,
años sin visitarlo, sin abrirlo,
lleno de tela de araña,
polvo, miedos y nostalgia.

Al abrir me recibió la nostalgia,
me contó que me extrañaba,
no podía vivir sin mí,
me buscaba, siempre me escuchaba.

Sabía que estaba allí,
botamos recuerdos inservibles,
canciones olvidadas,
detalles no vividos.

Hablamos, reímos, lloramos,
compartimos tantos recuerdos,
tantas alegrías, tristezas tantas,
el miedo comenzó acercarse,
a rodearnos, nos gritaba.

Me amenazó con subir a mi vida,
me asusté,
corrí a detenerlo,
pero se adelantó.

La nostalgia me miró,
sus ojos se nublaron,
sabía que debíamos despedirnos,
tendría que buscar al miedo,
y regresarlo.

Así que di media vuelta,
y me alejé,
en busca de los miedos…
Los miedos que rondan mi vida.